Santiago de Cali, conocida por su ritmo salsero, su energía mestiza y su historia rebelde, también es tierra fértil para la poesía. En medio de la brisa que baja de los Farallones y el rumor del río Cali, florece una comunidad de poetas, colectivos y encuentros literarios que le apuestan a la palabra como forma de resistencia, identidad y belleza.
La poesía como territorio vivo
La poesía en Cali no está encerrada en libros polvorientos ni limitada a auditorios elitistas. Aquí la poesía se canta, se declama, se escribe en los muros, se lanza en las plazas, se comparte en cafés alternativos, bibliotecas populares, casas culturales y hasta en semáforos. Es una forma de sanar las heridas de una ciudad que también ha vivido el conflicto, la desigualdad y el olvido institucional.
Voces diversas, raíces profundas
Desde los barrios del oriente hasta los cerros tutelares, la poesía caleña reúne voces afro, indígenas, migrantes, mujeres, disidencias y juventudes. Es un espejo polifónico donde se reflejan memorias, luchas, amores, espiritualidades y esperanzas. Poetas como Rafael Escobar de Andreis, Jenny Cabrera, Omar Ortiz, Carmiña Navia, entre otros, han sembrado caminos para nuevas generaciones que ahora emergen con fuerza propia.
Encuentros, festivales y resistencia creativa
El Encuentro de Poesía “Poesía de la Nada”, y las jornadas organizadas por la Bibliotecas y los Colectivos han convertido a Cali en una ciudad anfitriona para poetas de Colombia y el mundo. Son espacios que dignifican la creación literaria, descentralizan el arte y promueven el acceso libre a la cultura.
Además, colectivos como Plenilunio, Casa de Poesía Cali, Poesía al Viento, El Palabreo, Tinta Invisible, entre otros, mantienen encendida la llama de la poesía en barrios, universidades y espacios independientes.
Un llamado a leer, escribir y sentir
En Cali, la poesía sigue siendo una herramienta para sembrar conciencia, ternura y transformación. Un acto de fe en medio del caos, una forma de tejer comunidad. Leer un poema en esta ciudad es un acto político, creativo y profundamente humano.
La poesía en Cali no es un adorno: es una necesidad. Y como dice el poeta, “cuando todo falte, aún quedará la palabra para sostenernos”.
Por: Manuel Reina
Felicitaciones por esta tremenda disertación, así es Cali la Cali PALABRERA. Gracias Manuel por tu palabra. Eres CASA DE POESÍA CALI!