Jennifer García Acevedo, Medellín, 1995

Poeta, gestora cultural y tallerista. Sus poemas han sido publicados en diversas revistas, periódicos y antologías nacionales e internacionales. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía José Santos Soto (2019), el Premio Internacional IFLAC WORLD Emprendimiento y Poesía, Argentina (2022), y el título Honoris Causa, otorgado por Educultura Educación Sin fronteras, México (2021). Participó en festivales internacionales de cine y literatura. Ha publicado Estaciones de lo invisible (Sakura ediciones, 2020), Escribir lo invisible (antología personal, nuevas voces editores, 2021) Incertidumbre del nombrar (Sakura ediciones, 2021) Poemas de un país al sur (26 poetas colombianos contemporáneos, Libre Acceso ediciones, 2024). Sus poemas han sido traducidos al inglés, vietnamita, árabe y francés. Es directora del Festival internacional de Poesía Fredonia.

Poema

DESPUÉS DEL JUEGO

Nadie sabe cómo terminan todas las partidas de ajedrez que se inician en el mundo, pero sabemos de los métodos conocidos, de las piezas que emigran del lado claro al oscuro y anticipan alguna derrota, de las plegarias lanzadas al aire en un intento inútil por conjurar la suerte. Reconocemos el oficio de las figuras, varadas en la luz postrera de los ojos, las resignadas piezas, sometidas al grito, al enjambre furioso de manos, al juego perverso de la tentación y el desafío. “Esa criatura ha muerto” decimos, cuando el caballo cae sobre el tablero repleto de peones y de dudas. No importa si es Praga, o una escondida callejuela en los rincones de Múnich, siempre es lo mismo, vencer hasta morir, o recobrar al menos la sustancia del fracaso. Finalmente todo calla. El ojo frío se abre a la extensión de la madera, y los jugadores regresan a la costumbre, como dos exiliados. Recobran la hora del laburo, de la herida, de la luz que se arrastra interminable entre la casa. Lejos de la imagen casi divina de Carlsen, o Botvinnik, lejos del rey que se desangra entre las líneas hambrientas, y los alfiles recluidos en una esquina del cuarto, vuelven a ser hombres, ese es su último movimiento, la única partida interminable.