ELSY SANTILLÁN FLOR
Elsy Santillán Flor es escritora, poetisa y cuentista ecuatoriana. Nació en Quito el 23 de diciembre de 1957. Narradora de gran importante en Ecuador. Su obra ha sido estudiada dentro y fuera del país. Doctora en Jurisprudencia y abogada de los Tribunales del Ecuador. Su obra literaria es basta.
Ganadora de premios:
- Premio Nacional “Jorge Luis Borges”. 1995
- Premio Nacional “Pablo Palacio”. 1998
- Mención de honor del Premio “Joaquín Gallegos Lara” en Teatro.
- Consejo Metropolitano de Quito.2011.
- Premio en colectivo Casa de Escritores y Poetas de Bretaña. París. 2012 – 2013.
Sus textos aparece en antologías del país y extranjeras de cuento y poesía. Traducida en forma parcial al húngaro, francés y búlgaro.

Poemas
INFANCIA DE HORAS DELICIOSAS
de colores suaves
llena de música, de perfumes y de voces.
Los días infinitos
amasados en arrullo y canto.
Mirada perdida en las paredes altas
buscando curiosa las figuras
de seres fabulosos en sus frescos.
Tibieza de arreboles en las cosas,
en las simples cosas
que guardaban magia.
Sonrisas y flor de madreselvas,
juegos inconclusos,
gotas de lluvia en las brillantes piedras.
Pilares vigilando los tres patios
y gorriones grises en los aleros de plata.
Así fueron los años inocentes
que espantaron prestos la exquisita pena
cerrando los portones frente a ella.
¿Dónde habrán ido aquellos tiempos?
Escaparon
como se dispersa el agua en las arenas.
Se fueron
en estampida de sueños y de alas.
No retornaron jamás y me olvidaron.
(De aristas en el tiempo nuevo, 2005)
POR MAGIA, POR LUNA Y POR ESPEJO
por astro, por volcán y por encanto,
por mío, por nuestro, por anhelo,
por aire, por tierra y embeleso.
Por ser, por querer, por olvidar,
por queja, por lágrima y sonrisa,
por amar, por soñar, por poseer,
por la ida, la salida, por la rabia.
Por el beso, la mirada, la caricia,
por el deseo, el anhelo, la certeza,
por el sol, la estrella, los relojes:
las once, las cinco, medianoche.
Por el saludo, la mirada, el fingimiento,
por el encuentro, la cita, la comedia,
por el auto, el café, el trago corto,
por no verte, por los gestos, por la duda.
Por la noche, por el día, por la ausencia,
por el ruido, el verso y la canción,
por el irse, el volver, el abrazar,
por tu boca, tus manos, tu saliva.
Por el ansia, la locura, la pasión,
por la entrega, la ternura, la palabra,
por la foto, el poema, por los libros,
por vivirte, solamente por vivirte…
(De En las cuevas ajenas de la noche, Poesía, 1997)
NOSOTROS
los que representamos la comedia diaria
y ni siquiera pensamos que lo hacemos,
los que estamos aquí y tampoco estamos,
los que pagamos culpas de otras vidas
sin acordarnos para nada de ellas,
los que de la infamia hacemos puños,
los que sepultamos impolutos cuerpos
y hacemos mofas de todos y de todo,
aquí estamos,
azotados, doloridos,
llenos de ojeriza en la mirada,
saturados de frustración en las entrañas.
Nosotros,
que sufrimos por errores desgastados,
por humo de eras extinguido,
por retazos de vestidos hechos trizas,
aquí estamos,
decapitada la cabeza,
sonámbulos e insomnes,
arrastrando nuestra faz en la hojarasca.
Hoy,
sin cambios, ni mordazas,
con heridas del pasado.
Golpeados,
saboteados,
pero incólumes,
con la frente alta
y la mirada espesa,
salmodiando oraciones sin sentido,
exhibiendo poses
de fanfarrona oratoria.
Esbozando sonrisas de apariencias,
simulando más allá de lo debido.
Quemando los últimos cartuchos.
Pero eso sí, y a toda costa,
inventando un mundo imaginario
donde somos los dioses absolutos.
(De Proscritas nimiedades, 2024)